lunes, 23 de julio de 2012

ESCRITOS IMITATIVOS, por Leslie S. Klinger (2003)



“Existen probablemente más imitaciones de Sherlock Holmes que de cualquier otro personaje de la literatura”, escribe Paul D. Herbert, introduciendo así su magistral estudio histórico acerca de las parodias, pastiches y otros escritos imitativos de Sherlock Holmes, The Sincerest Form of Flattery (1983). La “adulación” del Dr. Watson comenzó bastante pronto su carrera literaria. La primera parodia encontrada, “My Evening with Sherlock Holmes”, apareció en The Speaker, una revista inglesa, en su número del 28 de noviembre de 1891, sólo cuatro meses después de que se mostrase el primero de los relatos de Holmes en la Strand Magazine. A lo largo de 1979, más de 900 historias imitativas habían sido catalogadas. En la bibliografía de 1995 preparada por Ronald B. DeWaal se enumeraban más de 2000. Algunas son pastiches, aventuras ficticias escritas con el estilo del Dr. Watson. El primer grupo de éstos narra los casos inéditos del Dr. Watson, que en realidad son mencionados en el Canon, entre los que se incluyen referencias tan tentadoras como la “rata gigante de Sumatra”, la “sanguijuela roja”, el “gusano extraordinario”, y una docena más. Incluso el hijo de Arthur Conan Doyle, Adrian, se unió a este ejercicio colaborando con el decano del misterio John Dickson Carr para escribir “Las hazañas de Sherlock Holmes”, recopiladas en forma de libro en 1954. Otros “tributos” son completamente inventados y complementan el Canon. Éstos pretenden documentar las actividades de Holmes en lugares bastantes improbables, entre los que se incluyen Minnesota, Nueva York, el Vaticano y Sudamérica. Algunos incluyen otras figuras históricas, como Karl Marx, W. S. Gilbert, Arthur Sullivan, Harry Houdini, Winston Churchill, Teddy Roosevelt, Sigmund Freud, Annie Oakley, Oscar Wilde, Aleister Crowley, Albert Einstein, George Bernard Shaw, Bertrand Russell, Robert Louis Stevenson, Harry Flashman, el Conde Drácula, Jack el Destripador (por supuesto), ¡e incluso Arthur Conan Doyle! Algunos pastiches son de ciencia ficción y ubican a Holmes en máquinas del tiempo o en naves espaciales o le transportan a galaxias lejanas.

Una imitación en particular, Solar Pons, está tan bien dibujado que ha inspirado por sí mismo pastiches y grupos de estudio. Hay que reconocer que la creación de August Derleth, también conocido por sus escritos y publicaciones de terror y de ciencia ficción, Pons, no era una copia de Holmes, sino que pretendía ser un estudiante del Master Detective. Ambientado en las décadas de 1910 y 1920, las aventuras de Pons (con su compañero el Dr. Lyndon Parker) eran misterios meticulosamente trazados. La primera historia de Derleth sobre Pons fue escrita en 1928 con el permiso expreso de sir Arthur Conan Doyle; la septuagésima fue escrita en 1971. “Solar Pons no es una caricatura de Sherlock Holmes”, escribió Vincent Starrett, en su prólogo para la primera colección de Pons. “Más bien es un imitador ingenioso, con un brillo en su mirada que nos cuenta que sabe que no es Sherlock Holmes, que nosotros lo sabemos, pero que espera gustarnos de todas formas por lo que simboliza”. Efectivamente, Pons gustó tanto que en 1967 Luther Norris creó la Praed Street Irregulars, a imagen de los Irregulares de Baker Street, la sociedad literaria de Sherlock Holmes, y, tras la muerte de Derleth, el escritor Basil Cooper escribió un número de volúmenes adicionales de relatos cortos y una novela sobre las aventuras posteriores de Pons.

Una rama distinta de imitaciones consiste en parodias de las aventuras originales. La primera serie conocida, de R. C. Lehmann, comenzó en 1893, casi inmediatamente después de la publicación de las Memorias. Éstas eran las aventuras de “Picklock Holes” que fueron publicadas por primera vez en la revista Punch. Cuando comenzaron a aparecer las aventuras que componían el Retorno en la Strand Magazine, Lehmann resucitó a Picklock, y los relatos de “Picky Back” comenzaron en 1903. Las parodias no eran sólo británicas; John Kendrick Bangs, un reputado humorista estadounidense, escribió una serie de parodias con dos nombres distintos, al principio “Sherlock Holmes” y después “Shylock Homes”. La primera de éstas, The Pursuit of the House-Boat, tenía formato de novela y apareció en 1897 dedicada a A. Conan Doyle. La serie de parodias más amplia, que derivó en un personaje llamado Herlock Sholmes, fue escrita por Charles Hamilton bajo el seudónimo de Peter Todd. Sus esfuerzos fueron publicados en varias revistas para jóvenes, incluyendo The Gem, The Magnet y The Greyfriar’s Herald, entre 1915 y 1925. Otro de los primeros parodiadores fue Maurice Leblanc, creador del exitoso pícaro Arsenio Lupin, que competía en ingenio con Herlock Sholmes en diversos relatos. Las parodias modernas incluyen joyas como “Turlock Loams” de John Ruyle, entre los que se encuentran casos como “The Five Buffalo Chips”, “The Freckled Hand” y “The Giant Bat of Sonoma”, y la impagable “Schlock Homes” (y el “Dr. Watney”) del 221 Bagel Street de Robert L. Fish.

Una tercera clase de imitaciones son aquellas que usan a Holmes como profesor. Hay diversas series de relatos relacionados con el bridge (juego de cartas), entre las que se incluye Sherlock Holmes, Bridge Detective de Frank Thomas y George Gooden (la serie fue continuada sólo por Frank Thomas), y las frecuentes columnas de Alfred Sheinwold. El gran matemático Raymond Smullyan creó Juegos y problemas de ajedrez para Sherlock Holmes, y libros en idioma informático (p. e. Elementary Basic), numerología, seguros de vida, jardinería, lógica, y modelismo de globos donde Holmes enseña a un novato Watson a perfeccionar estas actividades.
  






Un pastiche es generalmente un intento serio de producir una historia con el estilo del autor original.
Una parodia imita el estilo del escritor para producir un efecto cómico o ridículo. 





Fuente: Sherlock Holmes anotado – Las aventuras – Las memorias
Sir Arthur Conan Doyle


       
                 

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